Nos han insistido en que no hay sitios cerca de la sede de la UBA, ni dentro de sus instalaciones, para merendar o almorzar. Esto nos pone alertas, dado que, si no somos prevenidos, pasaremos un mal rato víctimas de la sed y el hambre. Además, al tratar de resolver la situación en el momento, los-as participantes corren el riesgo de no estar a tiempo en las clases. En este sentido recalcamos la necesidad de tomar previsiones de alimentación y bebida para el curso.
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